Existen personas que de forma intuitiva, desconociendo toda técnica, tienen el hábito de situarse a este nivel intentando frenar los procesos extremadamente reflexivos que le agotan abstrayéndose por unos minutos de las tensiones del entorno, siendo ello una prueba irrefutable de la naturalidad del mismo. Sin embargo, la gran mayoría necesitamos -incluso tales personas para perfeccionar su natural tendencia- aprender a replegarnos y permanecer en él para darnos cuenta de cuentos procesos pueden ser activados positivamente sin excesivo esfuerzo. Esto se consigue siempre bajo la dirección técnica del especialista en sofrología, debidamente preparado para movilizar dos elementos esenciales en el entrenamiento.
Primero, la ineludible INFORMACION RAZONADA que mejor facilite una verdadera educación sanitaria donde el paciente-alumno comprenda los motivos reales de su entrenamiento, sus posibles bases científicas y las metas a conseguir, siempre bajo un régimen de diálogo abierto y crítica constructiva.
Segundo, el TERPNOS LOGOS (especial forma de utilizar las palabras en cuanto a su tono, ritmo e intencionalidad educativa), con el que se va indicando, sin imponer nada ni sugestionar en momento alguno, la mejor forma de ajustar la experiencia vivida durante la sofronización o, como tan gráficamente explica Guirao:
" Es la voz del sofrólogo la que facilita que las personas dirijan su actividad consciente, a manera de la luz de una linterna, hacia las zonas corporales que en cada momento interesen o hacia la activación de procesos mentales, pero siendo ellos quienes la dirigen y controlan".
Objetivamente, Rubio ha constatado por medio del electroencefalograma convencional y, del funcional y reactivo, que en este nivel existen las que delimitan, significa este autor, es su tesis doctoral, que los muchos trazados por él verificamos con técnicas de sofronización, por distintas que éstas fueran, siempre tiene las mismas características de uniformidad, no ocurriendo así con otras técnicas de relajación, en las que observa constantes variaciones, atribuidas, a su juicio, al carácter intensamente directivo e impositivo con que se aplican; por ello, concluye que la sofronización conlleva siempre el mismo efecto armonizador sobre nuestras estructuras cerebrales.
La sofrología, a través de sus distintos métodos, enseña justamente a conquistar el campo de la Consciencia Sofrónica practicando a este nivel, que es donde siempre actuamos durante la sofronización. En este parámetro estimula y desarrolla las propias capacidades de ARMONIA , SOSIEGO, DESCANSO, EQUILIBRIO Y PAZ INTERIOR, que en todo momento el paciente tiene el sentimiento de ser él mismo quien las pone en marcha y elabora, siendo precisamente esto lo que comporta un que hacer altamente positivo en todo tratamiento de base sofrológica.
Cuando es aplicado a este nivel, puede hacerse en tres direcciones:
1. Hacia la prevención de determinados padecimientos psicosomáticos o posibles alteraciones futuras de la personalidad o conducta: SOFROPROFILAXIS.
2. Hacia el aprendizaje de distintas materias, métodos, deportes, etc: SOFROPEDAGOGIA.
3. Hacia el tratamiento de somatizaciones de origen nervioso o, por el contrario, de alteraciones psicológicas de origen somático y de trastornos de la conducta y personalidad, siempre que estos no pertenezcan al campo de la psicosis, cuyas aplicaciones están en la más pura experimentación: SOFROTERAPIA.
Los niveles a que nos hemos referido serían variaciones cuantitativas que pueden darse en cada uno de los estados de consciencia anteriormente comentados.
Adriana Henao Rincón, Bogotá, Colombia.
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