Los párrafos intercalados, que no están entre comillas, son mis comentarios al escrito de la Ciencia Cristiana.
“Cuando yo cursaba los primeros años de la escuela secundaria, antes de tener conocimiento de la Ciencia Cristiana*, fue presentado en el salón de actos de nuestra escuela un programa sobre hipnotismo. Yo estaba fascinado por el aparente poder y características extraordinarias que este estado de consciencia parecía exhibir. El padre de uno de mis condiscípulos era siquiatra, y hallamos un libro sobre hipnotismo en su biblioteca. En poco tiempo, estábamos experimentando con algunas de las técnicas, y me di cuenta de que yo podía hipnotizar a mi amigo. (Es interesante mencionar que a mí jamás pudieron hipnotizarme. Sencillamente yo no quería someter mi pensamiento al control de otra persona, un hecho que debió haberme puesto sobre aviso en cuanto a los problemas inherentes al hipnotismo.)”
O bien el libro que leyeron era de un ignorante que escribió sobre hipnotismo o bien el autor y el siquiatra no entendieron nada. La hipnosis jamás es someter el pensamiento al control de otra persona. Nuestro autor se perdió una gran oportunidad de aprovechar la hipnosis en su crecimiento personal.
“Después de varias semanas, perdimos gradualmente interés en el hipnotismo. Más adelante, cuando estudiaba en la universidad, nuevamente empecé a experimentar con él. Solía divertir a los hermanos de mi fraternidad con "sesiones" ocasionales con voluntarios en el salón social de la casa de la fraternidad.”
Mala idea de usar la hipnosis para diversión.
“En otra ocasión, hipnoticé a un amigo a pedido de él para que saliera aprobado en un examen. No sólo aprobó el examen, sino que sobresalió en él. Yo estaba muy contento conmigo mismo. No obstante, cuatro semanas después, mi amigo regresó. Quería que yo lo hipnotizara nuevamente para prepararlo para otro examen. Había dejado de estudiar debidamente otra vez, aún creía que él era deficiente, y estaba más seguro que antes de que yo tenía la llave de su éxito.”
“Me desconcertaba que alguien hubiera llegado a depender de mí para su sentido de inteligencia. Era claro que mi amigo estaba en peor condición ahora que antes de que yo lo ayudara. Había logrado los resultados que quería en ese primer examen, pero había pagado un alto precio. No sólo todavía creía que era perezoso y falto de inteligencia, sino que además tenía la firme creencia de que la solución de su problema estaba fuera de su control, y que podría y debía ser controlado por alguien más.”
El “hipnotizador” debió explicar que la hipnosis desarrolla su capacidad de atender, concentrarse, motivarse, perseverar y otros hábitos que mejorarán espectacularmente su habilidad para estudiar. Que éstas son habilidades innatas propias de él. Y debió entender que la hipnosis no evita que deba estudiar. No se puede atender, retener y recordar lo que nunca se ha aprendido. La hipnosis permitirá que el aprendizaje sea algo fácil y entretenido, tal cual sucede con los niños pequeños antes de recibir programaciones negativas.
“Fue obvio para mí que el hipnotismo era un callejón sin salida del cual él tenía que retroceder antes que pudiera hacer algún progreso. Insté a mi amigo a que buscara dentro de sí mismo la motivación e inteligencia que quería que yo le diera. Perdí todo interés en el hipnotismo en ese momento.”
Precisamente el hipnotismo ayuda notablemente a buscar dentro de sí la motivación y la inteligencia. Como veremos, el que el autor perdiera todo interés en el hipnotismo lo llevará a conclusiones muy erradas.
“Pocos años después, conocí las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. Fue sólo después de dos años de luchar para poner mi estilo de vida y móviles en armonía con esas enseñanzas, que empecé a comprender los suficiente de esta Ciencia para demostrar su poder sanador firmemente en mi vida., El uso de drogas y alcohol fue eliminado, y obtuve unsentido de dirección y determinación, logrando así una norma elevada en subsiguientes estudios académicos.”
Sin duda, el autor se encontró con técnicas de hipnosis en la Ciencia Cristiana, aunque no se denominan así. Es habitual en muchas formas religiosas emplear métodos de sugestión individual y colectiva, aunque manipulado por otras personas y con intereses proselitistas. Estaría bien si la persona pudiera ser bien consciente de lo que le están haciendo y que comparta racionalmente lo que se le inculca.
“También obtuve, mediante el estudio de Ciencia Cristiana, una perspectiva más clara sobre el mal del hipnotismo. Una declaración en particular de Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, en “Ciencia y Salud con clave de las Escrituras”, parece resumir lo que había aprendido de ese último episodio con el hipnotismo: “El hipnotizador emplea un error para destruir otro”. Continúa: “Después de eso, ese error mayor ocupa el terreno y deja el caso en peor estado que antes que el error más fuerte se apoderara de él”.”
Es un gran error partir de la premisa que la hipnosis es el control de una mente sobre otra. Mary Backer Eddy ignora que el hipnotizador es un guía o facilitador para que el propio sujeto realice el proceso consciente y voluntario de activar las cualidades y hábitos que desea. Por eso es que una grabación de autohipnosis resulta no sólo igual, sino que generalmente más efectiva que una hipnosis con un hipnotizador presente. La falsa creencia que la hipnosis es dormirse y perder la consciencia, le impide ver a Mary Backer que en sus métodos emplea hipnosis pura, aunque lo llame de otra manera.
No es un pecado ser ignorante, pero sí lo es creer que se es sabio sin darse cuenta que es ignorante en determinado tema, opinando y juzgando sin consultar a los expertos. El peor ignorante es el que cree saber, sabio es el que sabe de su ignorancia.
Veamos unos párrafos finales donde se comprenderá por qué hay tanto desconocimiento entre algunas personas de lo que es la hipnosis.
“El hipnotismo, o magnetismo animal, es la acción del error o de la sugestión basada en la materia, en la consciencia humana. Puesto que el hipnotismo intenta trabajar con la creencia humana, la fuente real de toda manera de pensar basada en la materia, no puede realmente elevar o sanar. En el mejor de los casos, está predestinado al fracaso, al querer reemplazar una creencia falsa con otra y, para colmo, con una falsa creencia más fuerte.”
El hipnotismo, que siempre es autohipnosis, activa las cualidades mentales que toda persona tiene. Es cuestión de opinión, creencia o fe si esa actividad material es material o espiritual, si provino simplemente de la evolución biológica o es una gracia divina. Esto no inhabilita la acción de la hipnosis.
“La mente humana parece estar a la búsqueda constante de medios para resolver sus problemas con algo que va más allá de métodos físicos o materiales, los cuales descubrimos que son limitados e ineficaces. Cuando vemos por primera vez la relación entre el pensamiento humano y la experiencia externa, la cual el hipnotismo parece demostrar, el hipnotismo parece ser un paso en la dirección correcta, un paso fuera de la materia. Comparado con la creencia, ampliamente sostenida, acerca de que nuestra experiencia es sólo el resultado de las interacciones y colisiones de la materia, el hipnotismo puede parecer, en algunas maneras, progresivo. Pero eso es un engaño, Cualquier aparente beneficio del hipnotismo es efímero y es adquirido a un precio sumamente elevado, puesto que la solución temporaria, o "cura", realmente deja a la persona en peores condiciones.”
Si el autor se hubiera dado un pequeño trabajo de investigar, sabría que las curaciones o mejorías con hipnosis son comunes y de efectos permanentes, dejando siempre a la persona en condiciones espectacularmente superiores, mejorando la calidad de vida en todo sentido.
“El control de una mente humana por otra es un mal tan restrictivo y limitativo, en todo aspecto, como sumiso a la dominación de la materia. De hecho, ambas son fases de la misma creencia falsa: que el hombre es material y que está separado de su origen y fuente puramente espirituales. Cuando Cristo Jesús previno a la gente contra falsos salvadores y falsos Cristos, dijo: "Mirad que no seáis engañados". La Sra. Eddy claramente previene a los Científicos Cristianos contra el peligro del hipnotismo, incluso exige en el Manual de La Iglesia Madre que los estudiantes de Ciencia Cristiana no aprendan hipnotismo.”
Esto explica que se mantengan en la ignorancia. La prohibición de estudiar el tema. Así nunca aprenderán que la hipnosis no es el control de una mente por la otra ni es sumiso a la dominación de la materia. “Mirad que no seáis engañados”.
Comentarios de Sergio Valdivia Correa.
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