Usted puede hacer una práctica muy sencilla para darse cuenta de esto. Con una pequeña grabadora de audio puede grabar una reunión social en la que está participando. Usted puso atención en determinados aspectos de la conversación. Pero cuando escuche la grabación, descubrirá numerosas palabras que no se había dado cuenta que se dijeron. Incluso, oirá las voces de personas más alejadas de su conversación, las que conscientemente no escuchó, pero que quedaron registradas en la grabadora. La grabadora es como su subconsciente.
Lo que percibimos es una consecuencia de como participamos en la percepción. Y esto depende de nuestros intereses. Un médico, un técnico, un estudiante de PNL o un estudiante de hipnosis, por ejemplo, registrarán palabras distintas en una conversación.
La vida en sí misma se parece a una cinta interminable que repite el mismo sonido. Lo que oímos, vemos y sentimos son una consecuencia del modo como participamos en la vida más que una representación objetiva de lo que realmente está sucediendo. No somos recipientes pasivos de la vida, pero sí somos constructores activos de nuestra experiencia. Cuando una persona está pensando en traumas y defectos, actuará de tal modo que los atraerá, como una profecía auto realizada. Pensamientos positivos y más espirituales, permiten que nuestra vida se centre en ellos y sintonicemos con acciones y personas que piensan y actúan con reconciliación, perdón, bendiciones y paz.
Las sesiones de hipnosis o autohipnosis con un guión compuesto por afirmaciones positivas y estimulantes, ayudarán a construir una realidad mucho más agradable y saludable a cualquier persona. (El CD “Prácticas de Autohipnosis” de la Editorial Círculo Aleph contiene una gran cantidad de afirmaciones positivas de refuerzo a la personalidad que liberan de traumas y bloqueos perjudiciales a que se está sometido diariamente).
Cuando una persona dice que tiene depresión, conviene preguntar por qué define así lo que le pasa o quien le dio la idea de tener ese estado. Finalmente las personas responden con descripciones más simples y puntuales de sus dificultades tales como: "me levanto con poco ánimo en la mañana”, “tengo miedo de perder mi trabajo”, “me preocupo demasiado por mis hijos”, etc. Cuando llevamos la situación a datos concretos de sus vidas cotidianas es más fácil apoyar con sugerencias y afirmaciones que permitan superar las dificultades, más que con un concepto más abstracto y a veces vago de “depresión”.
Muy a menudo las personas están pegadas a una sola manera de ver el mundo y olvidan que se puede lograr visiones muy diferentes. Las grandes tradiciones espirituales siempre enseñan que lo que creemos es una realidad objetiva verdadera es sólo una ilusión creada por el ojo que la contempla. Incluso algunas personas están percibiendo el mundo con una visión muy negativa que los pone en la oscuridad y son incapaces de ver los recursos espirituales que les rodean.
Si bien hay importantes situaciones que producen sufrimiento y no las podemos evitar, sí podemos cambiar la forma en que nos relacionamos con este sufrimiento. Podemos cultivar el perdón y la aceptación; o conseguir una visión más esperanzadora sobre las dificultades que la vida nos presenta como una enseñanza espiritual que nos fortalece. Si se perciben los problemas diarios solamente como una psicopatología, como una enfermedad mental, se impide abrir la mente a modos más transformadores y liberadores de concebir la realidad.
Cada uno pasa los días buscando la demostración que la vida es tal cual como cree que es. Las personas oyen lo que quieren oír y que coincide con su prejuicio del modo cómo piensan debe ser la realidad y la verdad. Las creencias suelen ser asumidas como verdaderas, aunque no lo sean. Veamos un ejemplo. Usted considera que su cónyuge no le ama lo suficiente. Entonces, las demostraciones de afecto que le de su pareja no las considera del todo auténticas. “Sólo te acordaste del aniversario porque yo lo comenté”, “me dices que me amas solamente porque yo te pregunté si es así, no porque realmente me quieras”, “si tú me amaras lo suficiente, yo no tendría que preguntártelo”, etc. Si usted está convencido que no es amado, nada ni nadie puede demostrarle lo contrario.
La vida diaria puede estar llena de círculos viciosos que impiden vivir feliz y libremente. Si alguien tiene pensamientos pesimistas predominantes en su mente, entonces todo lo verá con una perspectiva oscurecida. Si el día es soleado, el pesimista dirá: “pero esto no durará”. Si le va bien en algo dirá: “sí, pero seguro que esto cambiará a algo desagradable”, etc.
La hipnosis es una herramienta poderosa, efectiva y rápida para producir círculos virtuosos en nuestra interpretación de la vida diaria. Podemos decidir disfrutar del sol cuando sale y amar la lluvia; podemos aceptar las enfermedades y las dificultades como una guía para entender la vida y aprender. Podemos descubrir oportunidades en cada crisis que se nos presente..
Sergio Valdivia

1 comentarios:
Excelente!! con la hipnosis se facilita el tener una mente con apertura, mas flexible, capaz de reconocer sus recursos, liberarse de bloqueos, traumas, se si realiza por un terapeuta preparado, y con amor y servicio, en pos del bienestar de la persona, dejando ser al otro...gracias por esta herramienta
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